¿Te imaginas tener ojos que te permitan ver 360º? ¡Qué distinto se vería el mundo!
Aunque no lo creas las libélulas tienen esta capacidad, en parte porque sus ojos (grandes) ocupan casi toda su cabeza y les permiten mirar en todas las direcciones. Tienen solo un punto ciego ubicado directamente detrás de su cabeza. Además sus ojos están formados por 30,000 unidades visuales llamadas omatidios, cada una de los cuales contiene un cristalino y una serie de células sensibles a la luz. Además pueden ver en multi-color, gracias a unas proteínas fotosensibles llamadas opsinas. Nosotros, humanos, tenemos opsinas que son sensibles a tres tipos distintos de luz: verde, rojo y azul, y vemos el color como la combinación de estos tres (visión tri-cromática). En el caso de las libélulas, ellas poseen no menos de 11 tipos de opsinas, permitiéndoles ver inclusive luz ultravioleta y luz polarizada.
Las libélulas también tienen tres pequeños ojos llamados ocelos que pueden detectar el movimiento más rápido que su enorme ojo compuesto; estos ocelos rápidamente mandan la información visual a los centros motores de la libélula, permitiéndole reaccionar en una fracción de segundo (lo cual puede explicar sus formidables habilidades acrobáticas).
Esta increíble visión hace de las libélulas excelentes cazadoras, ya que pueden juzgar la velocidad y la trayectoria de sus presas y ajustar la suya para interceptarlas, también pueden enfocar un individuo dentro de un enjambre y volar en medio de éste sin colisionar con otros insectos. Son tan hábiles que su tasa de éxito excede el 95% de presas cazadas. Entre sus presas están moscas y mosquitos, lo que les convierte en un excelente control biológico para estos insectos.
En Mashpi, nuestra “Libélula” te permite experimentar una sensación similar a la que sienten estos insectos mientras vuelan por el bosque. Al deslizarte por el cable dentro de una canasta abierta tienes una vista de 360° de este grandioso ecosistema, el Bosque del Chocó. La libélula de Mashpi viaja a una velocidad tranquila y nos permite ver la vida en la copa de los árboles, con sus ramas cubiertas de musgos y epífitas, desde una perspectiva totalmente distinta. Visítanos y se parte de esta experiencia única.