¿Pueden los insectos convertirse en zombies?
(Cordyceps)
Por: Néstor Paladines
Insects and fungi share a fascinating yet less-known relationship, especially when you think of fungi. Perhaps what springs to mind is the image of little mushrooms: simple and innocent as lambs. Maybe they’re the kind found in overgrown pastures or in the kitchen as an excellent addition to a pasta sauce. Very few people know of the existence of organisms with one of the most extraordinary life cycles in nature: parasite fungi of insects, or entomopathogenics. (Ver “Todo está Conectado” parasitismo Cordycesp).
Se estima que existen 1.5 millones de especies de hongos, pero de esta inmensidad “solo” se han descrito 110.000 especies lo cual representa un poco más del 7% del total de las especies del mundo; y de estas 700 especies son reconocidas como patógenos de artrópodos, y de estos la mayoría (400 especies) se encuentra en los trópicos. Dentro de los hongos patógenos hay unos géneros que llaman la atención debido a su ciclo de vida, de estos pertenecen a los géneros: Cordyceps, Ophiocordyceps, Metacordyceps y Elaphocordyceps.
The Astonishing Impact of Fungi on Insects
The fungi have fascinating life cycles. Their spores are spread by wind and wait for insects to pass. Once on an insect, the spores use enzymes and pressure to move the insect’s exoskeleton. Inside the insect’s body, the fungus rapidly divides its cells, including in the brain. This often leads to sudden behavior changes and convulsions in the infected organism.
This has been observed in ants that are going about their daily activities like looking for food, defending themselves from predators or doing maintenance on their nest when suddenly they stop what they are doing and start to walk outside of the established paths, wandering aimlessly without responding to the stimulus of their fellow ants trying to communicate with them. This state is known as “zombie”. After a while, with no apparent reason, they start to clamber around the vegetation in search of somewhere to be their final resting place.
El mecanismo exacto que causa este comportamiento es fascinante, y recientemente gracias al estudio realizado por Maridel Fredericksena y sus colaboradores (2017) podemos entender mejor como funciona. Ellos pudieron observar que el cuerpo del hongo (micelio) se esparce por el organismo del insecto como células separadas, hasta que de repente estas empiezan a envolver las células musculares (ver video: http://movie-usa.glencoesoftware.com/video/10.1073/pnas.1711673114/video-1), connecting themselves to each other through microtubes, and in doing so they can control the insect’s muscles.
As the development of the fungus advances, it starts to destroys neurones, breaking nervous connections between the brain and the muscles of the insect, therefore taking control of the entire body. Like a puppet master and his puppet, the insect becomes a prisoner inside its own body.
En hormigas contaminadas se ha observado que cuando alcanzan una altura especifica sea esta entre 30-50 cm en relación al suelo, estas buscan la nervadura principal en el envés de la hoja, es aquí donde se aferran fuertemente con sus mandíbulas, de esta forma esperan el ultimo estado de desarrollo del hongo, el cual significara su muerte. En disecciones realizadas a hormigas contaminadas se ha encontrado que lo que causa por la que la hormiga no se puede soltar de la nervadura es que sus músculos mandibulares se han atrofiado debido al hongo y de esta forma la pobre hormiga no se soltara incluso después de su muerte lo que garantiza un lugar seguro para que el hongo continúe con su ciclo de vida.Después de unos pocos días cuando el insecto ha muerto detrás de su cabeza cerca de su cuello crese muy rápidamente el tallo del hongo (cuerpo fructífero), que después de unos días produce esporas sexuales, estas serán liberadas por el viento, estas viajan de una forma rápida porque tienen la capacidad de flotar en el aire de una forma muy eficaz y así poder infectar a un nuevo insecto, para de esta forma empezar un nuevo su ciclo de vida.
A veces la realidad supera a la ficción, y si antes te aterraban las historias de muertos vivientes (The Walking Dead) o de usurpadores de cuerpos (The Body Snatchers), en Mashpi tenemos estos hongos parásitos principalmente del género Cordycesps que vuelven realidad todas estas historias de miedo.
Si deseas obtener más información sobre estos hongos, puedes leer el siguiente artículo: Fredericksen, et al. Visualización tridimensional y un modelo de aprendizaje profundo revelan complejas redes de parásitos fúngicos en hormigas manipuladas comportamentalmente (http://www.pnas.org/content/114/47/12590.full) o descargar el PDF.