Listos para el combate – Armadillos

Los armadillos, criaturas que parecen haber salido de una película de ciencia ficción con sus extraños y su torpeza al andar, son mamíferos pertenecientes únicamente al Nuevo Mudo: el continente Americano. Preparados para una especie de guerra medieval, siempre están vestidos de armadura, dura de cuero, que cubre todo su cuerpo con excepción de sus patas y vientre. Esta armadura los protege, permitiéndolos andar desprevenidos con su corta visión y pésimo oído mientras escarban en la tierra.
Los armadillos son los mamíferos placentados más primitivos de América y pertenecen al orden Cingulata que posee solamente una familia: Dasypodidae. En el Ecuador esta familia está representada por 5 especies de las cuales solamente 2 habitan en el noroccidente ecuatoriano.
Los armadillos son extremadamente llamativos para la ciencia y se los conoce como laboratorios vivientes ya que son capaces de hospedar a ciertas bacterias y protozoarios que causan distintas enfermedades, pero ellos no las padecen. Un ejemplo es la leishmania o también el tripanosoma. Otro ejemplo, introducido por los europeos durante la conquista es la bacteria causante de la lepra. Es una gran incógnita y objeto de estudio para la ciencia el hecho de que pueda portar estas enfermedades en su piel, sangre o carne pero que no sean afligidos por ellas.
Otra rareza que poseen y por la que quizás existe un mayor interés de la ciencia es que suelen tener 4 crías iguales, todas del mismo sexo, clones, bebes que son genéticamente idénticos entre si, un fenómeno que se conoce como poliembrionía.
Los armadillos se alimentan de insectos, invertebrados, hormigas y termitas. Son excelentes excavadores ya que poseen grandes garras en sus cortas patas delanteras y son guiados por un agudo sentido del olfato, pudiendo detectar comida que se encuentra varios centímetros bajo tierra. Son grandes cavadores de huecos e incluso de túneles en ellos donde construyen sus madrigueras. Esto los convierte en aliados para muchas especies ya que controlan la cantidad de insectos e incluso plagas, y además proporcionan refugios para otras especies cuando han abandonado sus madrigueras. Se los caza mucho para utilizar su carne y también su caparazón que se ha convertido en un famoso material para la creación de charangos.
La especie más común en la reserva de Mashpi y en todo el Ecuador es el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus). Estos armadillos son medianos de tamaño y, como su nombre lo indica, con una armadura de 9 bandas las cuales son de carácter óseo. Son nocturnos mayormente y solitarios. Son el único Cingulado que es totalmente omnívoro, alimentándose además de insectos e invertebrados, de hongos, frutos, raíces e incluso pequeños vertebrados como ranas y largatijas, hasta carroña. Suelen ser fáciles de encontrar, con la cabeza metida entre la tierra escarbando con sus garras y son los más comunes visitantes de las cámaras trampas de Mashpi Lodge.